martes, 28 de octubre de 2008

Los Aristogatos - película de Disney



Los aristogatos,creados en los años 70 durante la mejor época del jazz,quisieron mostrar esta música al resto del mundo,con esta película para niños.Demostrando que aun a ellos les llamaría la atención este tipo de música que estaba en su mejor momento.
El jazz siempre estará presente de generación en generación.

Louis Armstrong







Primeros años
Louis Armstrong nació en el seno de una familia muy pobre y en uno de los barrios marginales de Nueva Orleans. La miseria se agudizó cuando su padre, William Armstrong, los abandonó. Louis era entonces un niño y pasaría su juventud en un difícil vecindario de las afueras de la ciudad.
No existían antecedentes musicales en su familia, por lo que su interés por este arte surgió a partir de la escucha de las célebres bandas de Nueva Orleans, que desfilaban habitualmente por las avenidas de la ciudad.
Aprendió, en primer lugar, a tocar la corneta en la banda de la Nueva Orleans Home for Colored Waifs, un reformatorio para niños de color abandonados a donde había sido enviado en varias ocasiones por delitos menores, como por ejemplo el haber disparado al aire durante una Nochevieja. Allí, aconsejado por el director del reformatorio, Joseph Jones, y el profesor Peter Davis, optó por la trompeta entre otros instrumentos.
En 1914, tras su salida del reformatorio, trabajó como vendedor de carbón, repartidor de leche, estribador de barcos bananeros y otros empleos del mismo tipo. Empezó también a trabajar en los cabarets de Storyville, donde estaban concentrados todos los locales nocturnos de la ciudad; allí conoce al cornetista Joe King Oliver, quien fue su mentor y casi una figura paternal para él.
Al tiempo, seguía con atención todos los desfiles de las bandas de música habituales en la ciudad y escuchaba a los músicos veteranos cuantas veces podía, aprendiendo de Bunk Johnson, Buddy Petit y, sobre todo, de Joe King Oliver.
Entre 1918 y 1919, ya con una bien ganada reputación como cornetista, fue contratado por el director de orquesta Kid Orl, gracias a una recomendación de Joe King Oliver, que había dejado el puesto de cornetista. Louis llegó por este camino a tocar en algunas de esas orquestas de Nueva Orleans, incluyendo aquellas que viajaban por los ríos, como por ejemplo la renombrada orquesta de Fate Marable, que realizó una gira en un buque de vapor a lo largo de todo el Misisipi. El propio Armstrong describiría esta época con Marable como "su estancia en la universidad", ya que le proporcionó una enorme experiencia en el trabajo con arreglos escritos. Cuando Joe Oliver abandonó la ciudad en 1919, Armstrong ocupó el lugar de Oliver en la banda de Kid Ory, por entonces el grupo de swing más importante de la ciudad.

Comienzos de su carrera musical
En 1922, Armstrong se unió al éxodo generalizado de músicos que se produjo hacia Chicago, a donde había sido invitado por Joe King Oliver para incorporarse a su Creole Jazz Band como segundo cornetista. La orquesta de Oliver era, a comienzos de los años veinte, la mejor y la más influyente agrupación de swing de Chicago, en una época en que la ciudad era el centro del jazz: fue en este momento cuando la popularidad de Armstrong empezó a incrementarse de forma exponencial.
En 1923, Armstrong hizo su debut con la orquesta de Oliver para el sello discográfico Okeh Records. En sus primeras grabaciones se incluyeron algunos solos y apartes como segunda corneta de la banda; en 1924, sin embargo, ya era el solista más importante y más creativo del grupo. En febrero de 1924 se casó con Lillian Hardin, pianista de Oliver, quien lo animó a abandonar a este para alcanzar mayores metas artísticas. Así, se separó amistosamente de Oliver y, tras trabajar brevemente con Ollie Powers, se marchó a Nueva York.
Su fama llegó rápidamente a oídos del mejor director de orquesta negro del momento, Fletcher Henderson, quien le ofreció un contrato para que se uniese a su banda, la Fletcher Henderson Orchestra, la principal banda afroamericana de la época. Armstrong se cambió a la trompeta para armonizar mejor con los otros músicos de su sección orquestal y debutó con ella el 29 de septiembre de 1924 en el Roseland Ballroom de Nueva York. Tras decidirse a aprender a leer música, en sólo un año revolucionó el estilo y la forma de tocar de sus compañeros y grabó con las mejores cantantes de blues de la época, como Bessie Smith.
Durante este periodo, hizo también muchas grabaciones de forma independiente con los arreglos de un viejo amigo de Nueva Orleans, el pianista Clarence Williams, como por ejemplo unos dúos con su "rival" musical Sidney Bechet y una serie de acompañamientos con los Blues Singers.






domingo, 26 de octubre de 2008


***Orígenes
El género se desarrolló en embrión a partir de las tradiciones de África occidental, Europa y Norteamérica que hallaron su crisol entre la comunidad afroamericana asentada en el sur de Estados Unidos
Geográficamente, el jazz surge en el estado de Luisiana, concretamente en la zona de influencia de Nueva Orleans (cuna del estilo musical y principal centro jazzístico durante la primera época del jazz), a donde llegaban grandes remesas de esclavos de color, fundamentalmente de la zona occidental de África, al sur del Sáhara, la zona denominada Costa de Marfil, "Costa del Oro" o "Costa de los esclavos".
En muchas áreas del Sur de Estados Unidos, el batir de tambores estaba específicamente prohibido por la ley, de forma que los esclavos negros tuvieron que recurrir a la percusión mediante las palmas de las manos y el batir de los pies para disfrutar de sus fiestas y su música característica. Sin embargo, la prohibición no tuvo vigor en la llamada Place Congo (Congo Square) de Nueva Orleans, en la que hasta la Guerra de Secesión los esclavos tenían libertad para reunirse, cantar y acompañarse de verdaderos instrumentos de percusión tales como calabazas resecas y rellenas de piedrecitas, el birimbao, las quijadas, el piano de dedo pulgar o sanza, y el banjo de cuatro cuerdas.
Musicalmente, el jazz nace de la combinación de tres tradiciones: la autóctona estadounidense, la africana y la europea.
La comunidad afroamericana del sur de los Estados Unidos desarrolló su expresión musical a través de la improvisación creativa sobre el material que le proporcionaban las músicas religiosas (especialmente, los bailes y rituales vinculados al vudú) y seglares propias traídas de África, la tradición instrumental de las orquestas estadounidenses (sobre todo, las bandas militares) y las formas y armonías de la música europea.
Estas primeras manifestaciones musicales afroamericanas eran una mezcla de ritmos e instrumentos asociadas a la vida de los esclavos, por lo tanto interpretadas como canciones de trabajo y de diversión colectiva. La improvisación es ya, en estos primeros momentos, un componente esencial de estas músicas, que las contrapone a la música compuesta de los blancos.
Los esclavos fusionaron muchas de sus tradiciones africanas con el cristianismo protestante que les impusieron sus amos, lo que constituyó el caldo de cultivo apropiado para el desarrollo de los espirituales. Es importante observar el hecho de que, a pesar de las divergencias en ritmo, armonía y estilo interpretativo, la tradición musical europea que los esclavos conocieron en Estados Unidos ofrecía puntos de contacto con su propia tradición: así, la escala diatónica era común a ambas culturas. Si a esto se le añade el relativo aislamiento cultural en que vivía gran número de esclavos y la tolerancia de los amos respecto de su música, la consecuencia fue que pudiesen mantener íntegro gran parte de su legado musical en el momento de fusionarse con los elementos compatibles de la música europea y estadounidense, con lo que se consiguió un híbrido con notable influencia africana.
La finalización de la guerra que enfrentó el norte con el sur, permitió la llegada de gran cantidad de instrumentos musicales a las manos de los esclavos recién liberados, muchos de los cuales tomaron la música como forma de vida.
Con estos nuevos instrumentos y reuniendo todas las influencias musicales, se formaron las 'marching bands' y las bandas de música bailable de la época, que, a finales del XIX, suponían el formato habitual en lo que a conciertos de música popular se refiere. Los instrumentos de este tipo de grupos se convirtieron así en los instrumentos básicos del jazz: la corneta, el trombón, los 'reeds' o 'instrumentos de lengüeta' como el clarinete, y la batería.
Los músicos negros solían utilizar la melodía, la estructura y el ritmo de las marchas como punto de salida. Sin embargo, en el proyecto de la Dotación Nacional para las Humanidades ("Norte por Sur, de Charleston a Harlem") se dice: "(…) un espíritu negro, relacionado con el ritmo y la melodía, emergía desde los confines de la tradición musical europea, aun a pesar de que los intérpretes utilizaban instrumentos europeos. El gusto afroamericano por diversificar las melodías y remodelar los ritmos supuso la base de la que surgirían después muchos de los más grandes intérpretes del jazz."
Siguiendo la tradición afroamericana de Nueva Orleans, muchos músicos negros consiguieron ganarse la vida en pequeñas bandas que eran contratadas para tocar en funerales. Estas bandas africanizadas jugaron un papel embrionario en la articulación y diseminación de las formas tempranas del jazz. Viajando a través de las comunidades negras, desde el sur profundo a las grandes ciudades del norte, estos músicos pioneros consiguieron establecer el aullido, la estridencia, el libre desvarió, la "ragedia" (raggedy) y el espíritu del ragtime, dando vida a una más elocuente y sofisticada versión del ritmo. Así las cosas, las formas iniciales del jazz, con sus raíces populares y humildes, fueron básicamente el producto de músicos autodidactas.
El endurecimiento de las leyes ‘Jim Crow’ en Luisiana a finales del XIX (que promovían la segregación racial con el tristemente famoso "iguales pero separados") hizo que muchos músicos afroamericanos fueran expulsados de diversas bandas que mezclaban a blancos y a negros. La habilidad de estos artistas musicalmente formados, capaces de transcribir y leer aquello que en gran parte suponía un arte de improvisación, hizo posible conservar y diseminar sus innovaciones musicales, hecho que cobraría una importancia creciente en la ya cercana época de las grandes bandas.

***Concepto :
El jazz se caracteriza por eludir la ejecución de las interpretaciones a partir de la lectura fiel de una partitura (a pesar de que muchos músicos de jazz dominen el lenguaje musical): la base de la interpretación y el estilo jazzístico es la improvización. En cualquier caso, exceptuando al free jazz o algunas jam session (donde suele suceder que no se trabaje sobre ningún tema ya conocido), improvisar significa que el intérprete recrea libremente el tema en cada ejecución sobre una determinada estructura armónica, ya sea en público o en un estudio de grabación: la melodía funciona como tema principal e idea para desarrollar una posible interpretación. En este sentido, la música de jazz se centra más en el intérprete que en el compositor.
La improvisación diferencia de forma primordial al jazz de otros estilos musicales de la tradición musical occidental, como la música clásica europea. En este sentido, el jazz recupera en la música occidental la improvisación como esencia musical, como existe en la mayor parte de las tradiciones musicales de origen no europeo, especialmente de los ritmos africanos, con predominio del uso de síncopas y de determinadas formaciones orquestales.
En cuanto a su repercusión pública, la subordinación de la melodía (el factor más valorado, por ejemplo, en la música pop a la libertad creativa del artista, ha alejado históricamente al jazz de una presencia comercial masiva.
El jazz es habitualmente interpretado por formaciones en las que se destaca un instrumento solista acompañado de una sección rítmica (una batería, un contrabajo o bajo eléctrico y algún instrumento armónico como el piano, el banjo o la guitarra). Las formaciones pueden ser muy variables, desde solistas sin acompañamiento, tríos, cuartetos o quintetos, hasta las grandes Big Bands en las que la improvisación juega un papel secundario.
La libertad interpretativa, que es definitoria del jazz, ha llevado al uso de un término histórico, swing, como sinónimo de una determinada calidad rítmica que es percibida de una forma completamente subjetiva. Los instrumentos de la sección rítmica adaptan las figuras de sus improvisaciones o acompañamientos de acuerdo al tempo elegido para la interpretación. Al ser variable y subjetivo, no existe consenso sobre la notación correcta del swing y se suele aceptar escrito en corcheas.


martes, 21 de octubre de 2008